miércoles, 16 de junio de 2010

Lluvia


Bonita palabra. Agradable sensación. Limpia el ambiente. El mundo huele, sabe y se siente diferente cuando llueve. Que la lluvia me empape me resulta liberador. En estos días me atrae la idea de pasarme horas bajo ella, un regocijo personal en esa sensación.
Las calles cambian a su paso, las gentes... variedad de paraguas, variedad de muecas ante un día lluvioso. Me descubro escuchando ese dulce sonido de las gotas cayendo, que parecen componer una melodía natural para el deleite.

Los gatos la observan, como con terca impaciencia. ¿Cuándo saldrá el sol que me permite tumbarme en el suelo y disfrutar de su calor sofocante?
Miro por la ventana y cruzo miradas con los vecinos, que miran al cielo con la misma intención ilusoria de descubrir cuando dejará de llover.
Y llueve... y me encanta...

4 comentarios:

  1. Ufff, me matas con el tema de la lluvia. Creo que es el único fenómeno que depura el mundo a su paso de alguna manera. Para comprobarlo sólo hay que oler el ambiente tras una lluvia.

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  2. muy buen tema. genial como escribes, gracias por pasarte por mi blog!

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  3. me causa esta entrada..
    por q es todo lo contrario a lo que opino yo..
    si tenes un minuto libre date una vuelta y leelo a la inversa

    http://enestefilmvelado.blogspot.com/2010/04/dia-calamaro-2-no-dia-de-mierda-que.html

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